Atención, por favor”, se oyó por los altavoces de la plaza. “Al finalizar el paseíllo se guardará un minuto de silencio en memoria de la afición de Madrid, tristemente desaparecida”. Y así fue; al término del desfile inicial, la plaza entera se puso en pie, y se mantuvo en actitud silente en recuerdo de la que fue una afición exigente y referente del toreo mundial.
La escena es ficción, pero alguien, alguna vez, debería recordar a esos miles de aficionados que hicieron de esta plaza santo y seña de la tauromaquia clásica, en la que se exigían toros con trapío y fortaleza y toreros heroicos, y se premiaban faenas trascendentes. Algún día habría que recordar a esos buenos aficionados, como aquel Salvador Valverde Salva, con su grito de guerra “¿A quién defiende la autoridad?”.
Pero la afición está desaparecida. Algunos, como Salva, ya fallecidos, y los demás, en sus casas, cansados del engaño y el fraude en que los taurinos y la autoridad han convertido esta fiesta.
pensamos que habra sido bonito el "homenaje" a todos los toreros relacionados con el mundo taurino, por que en las ventas (plaza de toros de Madrid) hbran dejado un bonito recurdo a todos los momentos de la imagen taurina.Como Manolete,Paquírri han fallecido por una cogido de el toro.