En 1988, el biólogo y pintor mallorquín Bartomeu Payeras (Tomeu L'Amo es
su nombre artístico) se encontró en un almacén de antigüedades de
Girona un cuadro que desde entonces no ha dejado de obsesionarle. Pagó
por él 150 euros y se lo llevó convencido de que se trata de una de las
primeras obras de Salvador Dalí,
un cuadro de 100 por 70 centímetros fechado en 1921 y firmado y
dedicado en la parte inferior derecha. A lo largo de estos 26 años
Bartomeu Payeras, de 59, no ha dejado de hacer todo lo posible para
conseguir que su Dalí logre los certificados necesarios para andar por
el mundo y, sobre todo por el mercado, como una obra maestra del genio
de Cadaqués. En todo este tiempo no ha conseguido más que silencio por
parte de la Fundación Dalí,
la entidad que desde su creación ha velado por la limpieza de la obra
de un artista que durante un tiempo estuvo bastante contaminada. La
fundación se ha limitado a decir a este periódico: "Esta obra no está
incluida en el Catálogo Razonado de Pinturas de Salvador Dalí".
OPINION: Nosotros pensamos que sería muy bonito que siguieran descubriendo cuadros como esos para que mas gente se anime a ser pintor\a para que un día sus cuadros puedan exponerse y despues de muchos años los descubra un gran biologo.
OPINION: Nosotros pensamos que sería muy bonito que siguieran descubriendo cuadros como esos para que mas gente se anime a ser pintor\a para que un día sus cuadros puedan exponerse y despues de muchos años los descubra un gran biologo.
A mi me gusta las cosa antiguas me parece interesante y educativo.Yasí aprendes cosas nuevas.
ResponderEliminarAndrea G.
A mi también me gustan mucho esas cosas.Porque luego se te quedan algunas cosas grabadas en la cabeza ,y si te pregunta alguien sobre algo de eso,puedes ayudar a esa persona.(Cris 5ºB)
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