viernes, 6 de junio de 2014

La bienal de Venecia se rebela contra los arquitectos estrellas

Una solida y pintoresca nube de hombres y mujeres vestidos de negro conventual y con gafas de gruesas monturas de pasta llenan tanto el Arsenale como los Giardini de Venecia: son los arquitectos venidos de todas partes del globo a la preinauguración, ayer, de la 14ª Bienal de Arquitectura, la cita mundial de más solera y de referencia en el sector. Abundan los rostros orientales (ya hoy a los inveterados japoneses hay que sumar cada vez más a coreanos y sobre todo, chinos) que se mezclan con el paso fugaz de los arquitectos estrella, si es que vienen. Esta vez es precisamente uno de ellos, Rem Koolhaas (Rotterdam, 1944) el comisario de la edición. Y en una de sus primeras formulaciones ha dejado claro que no hay ni un solo pabellón nacional dedicado a un arquitecto en solitario, sino que se habla de arquitectura. En la contraportada de voluminoso catálogo hay solamente esta lectura: “Architettura non architetti”. Así que... blanco y en botella.


OPINIÓN: Nosotros creemos que es muy bonito que se hagan obras como estas que son muy bonitas,y que las realicen tan buenos arquitetectos.Esperamos que en el futuro salgan arquitectos tan buenos como estos.

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